“Existe algo más grande, más profundo y más sabio que opera en nosotros y que trasciende a la propia personalidad”

Desde la adolescencia sentí una orientación profunda hacia las personas, contaba con una sensibilidad que no comprendía muy bien pero que me permitía conectar con las emociones de otros.

 

Pasaron unos años hasta que pude comprender cuál era mi verdadera vocación: ayudar a las personas a sentir un mayor bienestar y plenitud en sus vidas y ayudarles a reconocer quiénes son en esencia.

 

Cuando tenía 18 años en la universidad asistí a una clase en la que el profesor nos hablaba de la “psicología del consumidor”, a partir de esa clase, algo se encendió en mí, después de ver cómo sus palabras me ayudaban a sentir una conexión que en aquel momento no entendía pero me hacían sentir mejor.Llegué a casa y le dije a mis padres que quería estudiar psicología.

 

No pudo ser y permanecí unos años estudiando en el ámbito empresarial, pero….en realidad, no sabía en lo que me estaba metiendo. Hoy comprendo que todo lo que viví fue necesario para aprender lo verdaderamente valioso: tenía que aprender a reconocerme, amarme y aceptarme.

 

Lo maravilloso de la vida es que siempre te envía las señales para que retomes tu camino y sin ser consciente las seguía. Una vez finalicé la carrera de Gestión Comercial y Marketing, e iniciar mi etapa de trabajo tomé la decisión de estudiar de nuevo, decidí seguir a mi corazón y estudiar, esta vez, la carrera de Psicología.

 

Durante mi adolescencia y mi paso por las diferentes organizaciones, atravesé inseguridades, miedos, falta de autoestima, dependencia, necesidad de reconocimiento, insatisfacción,…. sin embargo, durante este tiempo, los libros, los cursos y los maestros nunca se apartaban de mí… siempre estaban presentes en mi vida y sinceramente, eran lo que realmente hacía vibrar mi corazón. Atravesar parejas tormentosas, me llevaron a atravesar varias crisis existenciales gracias a la cuales, pude conectar con una parte de mí: la dimensión espiritual que ya intuía, pero que no entendía ni atendía de una manera prioritaria.

 

Esto me llevó a explorar en las diferentes escuelas de psicología en búsqueda de respuestas, y más tarde en el área de la espiritualidad. Fue así como fui desarrollando una formación holística, que me llevó a integrar la importancia del cuerpo-mente y espíritu en la atención y tratamiento del paciente.

Ser psicóloga y terapeuta ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

Y gracias a mi experiencia de vida que me condujo a una formación, hoy me faculta y me permite comprenderte mejor. Te acompaño en este maravilloso proceso que todos atravesamos, cada uno a su ritmo. Todo mi cariño.

 

Silvia Prats

La psicología, es un campo de conocimiento amplio, con mucha riqueza y numerosas aplicaciones en diversos ámbitos. Por este motivo, creo que es fundamental estar en constante formación y seguir aprendiendo cada día; para poder ofrecer lo mejor a los pacientes que vienen a consulta.

Actualmente compagino mi práctica clínica con el trabajo en empresa. A nivel personal, mi meta es vivir cada día con plenitud y serenidad.

Me gusta aprender, viajar, superarme constantemente, disfrutar de las pequeñas cosas, del arte, de la compañía de los animales, de la naturaleza y de las amistades.