Estrategias para crear hábitos duraderos en tu vida cotidiana

Con frecuencia, llegan momentos en nuestra vida donde es necesario y a veces vital, cambiar algunos de nuestros hábitos cotidianos. Debido a una serie de aspectos que no tenemos en cuenta, aparecen dificultades a la hora de cambiar e incluir en nuestra vida nuevos hábitos más saludables que nos aporten una mayor calidad de vida y una mayor plenitud. ¿Cómo empezar?

Para poder crear hábitos duraderos en el tiempo, un aspecto clave que hay que revisar son nuestras creencias acerca de nosotros mismos/as sino queremos fracasar en el intento. Aprender a crear hábitos saludables nos permite dar grandes pasos hacia esos proyectos que queremos alcanzar. Los hábitos son importantes para lograr todo aquello que anhelamos.

Contenidos

  • ¿Qué es un hábito?
  • ¿Cómo influyen nuestras creencias en la construcción de nuestros hábitos?
  • ¿Cómo podemos crear un hábito?

¿QUÉ ES UN HÁBITO?

Tal como hemos mencionado, los hábitos son realmente importantes en la vida, ya que pueden garantizar el éxito orientándonos hacia el logro de las metas que anhelamos. Pero ¿qué es un hábito?

Una posible definición para este término es:

La capacidad que el hombre tiene de disponerse de un modo distinto de cómo es por naturaleza” (Aspe y López,1999)

En el ámbito de la psicología, los hábitos son cualquier acto que se adquiere por la experiencia y realizado regular y automáticamente.

A nivel físico-cerebral un hábito no deja de ser una red de neuronas conectadas entre sí. Esta conexión con el paso del tiempo se va haciendo cada vez más y más fuerte de manera que se convierte en un camino extremadamente fácil de recorrer. El cerebro está diseñado para ahorrar energía y los hábitos son el mecanismo a través del cual automatizamos nuestras acciones ahorrando por tanto energía. (M. G. Profesional de Neurofelicidad- Aepsis 2022).

Los hábitos se forman a través del tiempo por la repetición constante, así se automatizan no requiriendo ningún esfuerzo mental. Por otra parte, también hemos de tener en cuenta que el hábito en sí, carece de emociones, sensaciones o sentimientos. Un hábito ya establecido e instaurado es como circular por una autopista, es un camino muy cómodo y rápido. (M. G. Profesional de Neurofelicidad- Aepsis 2022).

Por otra parte, es necesario hacer una distinción entre hábito y costumbre, ya que estos términos no se refieren a lo mismo. Mientras que una costumbre es la repetición de actos que no necesariamente tienen que ser conscientes, los hábitos sí implican la toma de decisión por parte que decide ejecutarlo.

Por último un aspecto importante a tener en cuenta en la construcción y mantenimiento de nuestros hábitos, y que con mucha frecuencia olvidamos, es el nivel cognitivo y emocional, es decir, la influencia que tienen nuestros pensamientos y creencias en la formación y mantenimiento de nuestros hábitos.

¿CÓMO INFLUYEN NUESTRAS CREENCIAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE NUESTROS HÁBITOS?

Como hemos comentado anteriormente, a la hora de plantearnos un cambio de hábito no solemos tener en cuenta la influencia que tienen las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, pero estas influyen en nuestros hábitos, así como nuestros hábitos influyen en las creencias que tenemos sobre nosotros.

Para que se produzca un cambio de hábitos duradero, es necesario cambiar las creencias que sostienen tus conductas.

Para ello, es necesario que reflexiones y revises tu sistema de creencias, con las emociones asociadas a esos hábitos perjudiciales que todavía mantienes en tu vida diaria.

Las historias que te cuentas a ti mismo, los diálogos internos que durante años has alimentado y has creído pueden llegar a cronificarse y hacer que sientas un apego férreo a esa imagen que has creado y creído acerca de ti. Es por este motivo, que actúas impulsado/a por una “fuerza interna” que te lleva a mantener la imagen que tienes de ti mismo/a, es decir actúas por las creencias que tienes sobre ti.

Para no caer en contradicciones, tu conducta tiende a mantenerse, ya que es siempre congruente con tus creencias a pesar de que estas sean negativas, y por tanto, el resultado se traduce en una dificultad para cambiar esos hábitos tan perjudiciales que pueden arruinar tu salud y tu calidad de vida.

Para que comprendas en qué consisten las creencias, vamos a tratar de exponer la definición de diversos autores.

Moreno & Azcárate (2003) consideran que las creencias son conocimientos subjetivos, poco elaborados, generados a nivel particular por cada individuo para explicarse y justificar muchas de sus decisiones y actuaciones vividas. Según las autoras, las creencias no se fundamentan sobre la racionalidad, sino más bien sobre los sentimientos, las experiencias y la ausencia de conocimientos específicos del tema con el que se relacionan, lo que las hacen ser muy consistentes y duraderas para cada individuo.

García et al., (2006) afirman que las creencias son ideas poco elaboradas, generales o específicas, las cuales forman parte del conocimiento del individuo, pero que carecen de rigor para mantenerlas.

Por otra parte, las creencias pueden ser conscientes e inconscientes. Las que son conscientes las puedes revisar y tomar consciencia de ellas para poder cambiarlas, el inconveniente es que muchas de esas creencias son inconscientes.

Así pues, en los casos en donde los hábitos son muy dañinos, poder ser útil que acudas a terapia con un profesional especializado/a o un psicólogo/a para que te acompañe en el proceso de tomar consciencia. A partir de ahí puedes tomar tus propias decisiones y cambiar tu modo de pensar para reemplazar antiguos hábitos o simplemente adquirir nuevos hábitos más saludables.

¿CÓMO PODEMOS CREAR UN HÁBITO?

Para que te hagas una idea, el nuevo hábito a incorporar es como un camino de piedras frente a la autopista que supone el viejo hábito. Cuanto más vamos transitando por el camino de piedras más fácil nos será recorrerlo. Así pues, crear un nuevo hábito es un trabajo de constancia y fuerza de voluntad para no salirnos del camino pedregoso y volver a la autopista. Por otra parte, y a la hora de que fijes un nuevo hábito, un aspecto muy importante es la repetición. (M. G. Profesional de Neurofelicidad- Aepsis 2022).

Para ello, puedes tomar nota de algunas estrategias:

0.- Revisa tus creencias y descubre qué beneficio tiene tu antiguo hábito

Tal como hemos mencionado anteriormente, es necesario revisar nuestro sistema de creencias a la hora de incluir en nuestra vida un nuevo hábito. Por otra parte, tienes que tener en cuenta que detrás de cada hábito por muy malo que parezca, siempre obtienes un beneficio secundario. De no ser así no existiría en tu vida cotidiana. Para ello, el nuevo hábito debe satisfacer el beneficio secundario que obtienes con el viejo hábito.

Así que, además de lo expuesto anteriormente, para cambiar un hábito que no te gusta o es muy dañino para ti, es necesario que descubras qué beneficio te está dando. Es bastante común que un beneficio secundario de un hábito perjudicial sea mantenerte en tu zona de confort para no tener que enfrentarte a los tan temidos cambios. Una vez lo descubres es momento de cambiarlo.

Ahora bien, los hábitos no pueden desaparecer sin más, sino que deben ser sustituidos por otros hábitos que te potencien, de lo contrario te impediría mantenerlo en el tiempo.

1.- Piensa en algo que quieras lograr

Para crear un hábito, es conveniente aclarar qué es lo que deseas mejorar. A partir de ahí, puedes empezar a hacer cambios graduales, hasta convertirlos en hábitos. Es importante que vayas muy poco a poco, no se puede pretender por ejemplo, dejar de fumar de un día para otro ni de un mes para otro, hay que ir haciéndolo de manera gradual.

2.- Plantea tus hábitos de forma específica

Cuanto más especifiques tus hábitos, más fácil te será lograr cambios. Por ejemplo, en lugar de decir “mañana caminaré”, puedes decir “mañana a las 7: A.M me despertaré y me iré a caminar 10 minutos”.

3.- Comienza con pequeños pasos

No tienes que lograr grandes transformaciones el mismo día. No te esfuerces de manera excesiva, progresivamente lo irás logrando. No es necesario que te esfuerces de manera excesiva.

Te recomiendo empezar por cambiar pequeños hábitos para ir forjando la costumbre, de esta manera se irán creando nuevas conexiones neuronales e irás ganando en confianza y automotivación.

4.- Diseña un plan para tu nuevo hábito

Recuerda que al crear un nuevo hábito, la mente tenderá a poner excusas para volver a tu conducta anterior, tales como: “luego lo haré”; “hoy no tengo ganas de hacer nada”; etc. Para evitar esto, puedes diseñar un plan definido por ti y tenerlo a mano para cuando lleguen esos momentos en los que te pones excusas. Por ejemplo, si quieres salir a caminar, el día siguiente puedes dejar preparada la ropa de deporte desde la noche anterior. Puedes evitar distracciones y silenciar tu teléfono para que tu enfoque sea mayor.

5.- Utiliza recordatorios para recordar tus tareas

Puedes dejar algunas notas en ciertos puntos estratégicos de tu casa donde puedas verlo con frecuencia. Como por ejemplo, en la nevera, en tu teléfono móvil, en la mesita de noche etc.

6.-Lleva un registro y observa

Para entender mejor tu forma de actuar puede ser útil que lleves un registro, en tu diario o libreta de anotaciones personales, de las veces en las que has podido vencer

Para no volver a esa cómoda autopista, en la que te encontrabas, es esencial, tener muy presente el para qué quieres cambiar ese hábito, cuál es el sentido. Pensar en la meta final y en el sentido que tiene para ti, te ayudará a automotivarte y mantener la constancia y disciplina necesaria para modificar el hábito anterior.

7.-Sé amable contigo

Durante este proceso y para hacer que el camino te sea un poquito más fácil es importante que seas amable contigo mismo, que valores y reconozcas tus pequeños avances y te permitas premiarte con algo que te haga sentir bien (puede ser un masaje, ver tu película preferida, comprarte ese libro que te encanta..…) y agradecerte todo el esfuerzo que estás haciendo para cambiar.

Como conclusión, quiero recordarte que Eres mucho más que tus hábitos; mucho más que tu “identidad". Las creencias que tienes acerca de ti mismo/a, no son verdades absolutas, fijas e inamovibles. Las puedes revisar y cambiar por otras que te conduzcan a una vida más plena y saludable.

Cuida tus pensamientos porque se convertirán en tus palabras,

Cuida tus palabras porque se convertirán en tus hábitos,

Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”

._Mahatma Gandhi

Si necesitas ayuda en tu proceso para lograr buenos hábitos, te animo a que contactes conmigo, sin ningún compromiso.

Estaré encantada de asesorarte!

Silvia Prats- Psicóloga CV12339

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *